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CAPÍTULO 1
TEXTO
COMPLEMENTARIO
Para leer y reflexionar
Lenguaje no sexista: médica y enfermera
El pasado 26 de diciembre de 2007 fueron secuestradas dos cooperantes de
Médicos Sin Fronteras. Este grave hecho que afectó a esas dos mujeres
profesionales
ha mostrado, además del daño irreparable que resulta del
secuestro, el daño moral que ocasiona la desigualdad al colectivo al que ellas
pertenecen, las mujeres. En efecto, este suceso ha mostrado una de las caras más
desigualitarias de los títulos académicos y del ejercicio de las profesiones: el
lenguaje sexista que domina sus contenidos. La cooperante española
Mercedes
García es médica. La cooperante argentina Pilar Bauza es enfermera. Ambas
mujeres se dedican a dos de las muchas profesiones donde los cánones
tradicionalmente masculinos han influido en su valoración, prestigio y
reconocimiento social. Por los roles de género, aún se considera “normal” que la
medicina, la realicen los hombres y que la enfermería sea “preferida”
por las
mujeres. Al respecto, es interesante el informe de Ameco Press donde se muestra
con datos estadísticos oficiales cómo las carreras universitarias sanitarias están
feminizadas, pero de manera distinta, ya que están sustentadas en la desigualdad
entre mujeres y hombres.
En la carrera de enfermería las mujeres han tenido y tienen el acceso más
fácil porque su ejercicio implica directamente el cuidado a los demás. Y esta es
una tarea que socialmente se le asigna a personas del sexo femenino. Pero,
sobre
el tema específico que nos ocupa, constatamos cómo la socialización de la
desigualdad entre mujeres y hombres respecto de las profesiones desvela el
conflicto que existe en la denominación de las personas profesionales.
En este
caso, el conflicto se generó cuando la prensa no pudo llegar a un acuerdo en el
momento de determinar si la cooperante García era “médica” o “médico”.
Durante su cautiverio, la prensa no supo darle el tratamiento debido,
por su
profesión, a la médica García y algunos periódicos discrepaban al llamarla
algunas veces “médico”.
El Mundo en su página
web recogió las noticias
llamándola unas veces “médica” y otras “médico”. Lo mismo sucedió en las
informaciones
publicadas en El País. El día de la llegada a España tras su
liberación, este diario, finalmente, dio a García el tratamiento de “médico”.
ABC,
por
su parte, la llamó directamente “médico”. En el noticiero de
La Primera de
Televisión Española, por las mañanas las presentadoras del telediario la
llamaron médica y durante la tarde y en el turno del informativo nocturno
trataron a García como “médico”.
Retornando al lenguaje sexista anclado en el ámbito académico, los títulos y
grados universitarios mantienen denominaciones
donde se refleja la fuerte
discriminación en razón del sexo. Aún se le sigue llamando “juez”, “arquitecto”,
“técnico”, etc., a las mujeres.
Adaptado de Nilda Garai. Extraído de
. Acceso el 8 de octubre de 2012.
Reprodução/
www.msf.org.uk
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